Once I Was a Beehive

Lane Speer (Paris Warner) es una adolescente de 16 años que disfruta acampar con sus padres durante las vacaciones hasta que sucede lo inesperado, su padre muere a causa de la enfermedad que estaba intentando superar, Cáncer. Después de un año de este trágico momento, su madre se vuelve a casar con un chico que es mormón y totalmente desconocido para Lane quien todavía no ha superado la ausencia de su padre y esta noticia no la tiene nada feliz.

Intentan convencerla a asistir a un campamento bíblico para niñas organizado por las Mujeres Jóvenes SUD durante una semana junto a su tia-abuela mormona, justo antes de emprender su viaje planeado de luna de miel, no teniendo otra opción Lane se prepara para el campamento con su prima Phoebe (Mila Smith), en el que comienzan una aventura llevando a su perro Roxie en secreto al campamento, el cual mantienen oculto por un tiempo hasta que creen que Roxie ha sido devorado por un oso. Entre las actividades planificadas a parte de temas bíblicos se presentan varias adversidades, en especial con una de las chicas llamada Bree, pero al finalizar el campamento comparten sus experiencias que ayudan a Lane a encontrar la Paz y a lidiar con la muerte de su padre.